Ese dia Biliwif se levanto muy temprano beso en la frente a Hamish y susurro un cantico de suerte y armonia, luego comenzo a caminar hacia el pueblo con la conviccion de que jamas volveria al bosque ni tampoco veria a su gente pues estaba listo para enfrentar al pasado y construir un futuro, camino por cminos olvidados y llego al pueblo, decidio no ir a su casa ni encontrarse con los suyos sino fue a la taverna, estaba repleta de gente entonces se subio a una mesa que estaba ubicada en el centro y comenzo a cantar, al principio nadie lo escuchaba pero de a poco todos comenzaron a guardar silencio y a escuchar atentamente lo que contaba a traves de su canto, cuando termino todos comenzaron a aplaudir y lanzar monedas, Biliwif fue indiferente a esto y comenzo a hacer piruetas y fue asi como a partir de eso momento se gano la vida como juglar, recorria todas las tabernas de la ciudad y lograba juntar una buena cantidad, todos en la ciudad comentaban las habilidades del juglar del bosque, fue tanto el comentario que se escuchaba que llego hasta los oidos del mismo rey. Este un dia mando a contratarlo para una fiesta en el palacio, Biliwif asistio encantado vistio sus mejores ropas, y una mascara blanca junto a un sombrero verde que convinaba perfectamente con el resto de su atuendo, fue el alma de la fiesta, todos aplaudian y bailaban incluso aquellos que no sabian hacerlo, fue tanto el regocijo de todos los invitados que el rey le dio el cargo de bufon de la corte, y fue asi como Biliwif llego al palacio a ocupar uno de los puestos mas dificiles pero con mas renombre.
No fue hasta el otro dia que bajo a los comedores reales y vio a la princesa, no era como la recordaba, estaba mas bella, mas delicada, su amiga de juegos habia sido remplazada para una mujer de belleza unica, no comparable con ninguna doncella del reino, Lisbet era las mas hermosa, Biliwif penso en hablarle de inmediato pero no se atrevio solo se dedico a recordar los juegos infantiles y de como en ese tiempo no habia diferencia entre ellos pero ahora era distinta pues aunque estuviera a su lado los distanciaba un gran trecho.
Ese dia penso en como la vida era mas sencilla cuando era un niño su hermano estaba con el y en los juegos no habia diferencia alguna, no podria ocultarse por mucho tiempo, que pensaria Lisbet de su precensia en la corte.
En la tarde el rey mando a llamar al bufon, Biliwif asistio de inmediato, cuando llego estaba el rey junto a su hija, de inmediato sonrio cuando vio al bufon, le hizo venir a su presencia, Biliwif caminaba con miedo no sabia como enfrentar el momento. en ese instante se produjo un silencio incomodo que solo se rompio con la voz del rey - Bufon te presento a mi hija la princesa Lisbet-.
- Mucho gusto princesa Lisbet, realmente es un placer.- dijo Biliwif la princesa solo respondio con una venia.
el rey dijo - bufon no seas descortes quitate la mascara para saludar a mi hija.- Biliwif un poco temeroso, se quito la mascara, la sorpresa se produciria cuando vio el rostro de Lisbet iluminarse y estallar en un llanto.
- Biliwif no sabia nada de ti, que bueno que estes bien - dijo la princesa que se colgo del cuello del bufon, esa tarde fue fantastica cabalgaron por el campo, conversaron mucho, biliwif le interpreto mas de una cancion mientras la princesa no podia ocultar sus ojos de admiracion y felicidad. Asi pasaron varias semanas el hacia reir mas que nunca a la corte, y disfrutaba de la compañia de Lisbet en todos los momentos libres del dia que para el bufon eran muchos. un dia el reino estaba de fiesta a Biliwif se le encomendo la gran mision de animar a todos los invitados, el bufon hizo un trabajo realmente brillante de vez en cuando observaba el rostro de la princesa que ese dia estaba sombrio y apenado, Biliwif hizo sus mejores esfuerzos para animar a la princesa pero no habia caso, la causa la entendio Biliwif cuando el rey tomo la palabra y presento al conde Konrad el pretendiente de su hija, Konrad el mismo que estaba condenado a ser herrero resultaba ser ahora un gran guerrero de renombre, y lo peor de todo prometido de la princesa Lisbet.
Biliwif en ese momento penso que se iba a morir, comenzo a transpirar helado, su sonrisa se extinguio y durante algunos segundos dudo de todo. A lo unico que atino fue a clavar sus ojos en los de Lisbet que lo miraban directamente a el, entonces Biliwif bajo la mirada y salio del salon, se hecho a correr hasta llegar al bosque, justo a la orilla del rio ahi lloro como lo habia hecho hace varios años atras cuando murio su hermano, fue en ese momento que descubrio que amaba a Lisbet mas que a nada en el mundo.
No fue hasta el otro dia que bajo a los comedores reales y vio a la princesa, no era como la recordaba, estaba mas bella, mas delicada, su amiga de juegos habia sido remplazada para una mujer de belleza unica, no comparable con ninguna doncella del reino, Lisbet era las mas hermosa, Biliwif penso en hablarle de inmediato pero no se atrevio solo se dedico a recordar los juegos infantiles y de como en ese tiempo no habia diferencia entre ellos pero ahora era distinta pues aunque estuviera a su lado los distanciaba un gran trecho.
Ese dia penso en como la vida era mas sencilla cuando era un niño su hermano estaba con el y en los juegos no habia diferencia alguna, no podria ocultarse por mucho tiempo, que pensaria Lisbet de su precensia en la corte.
En la tarde el rey mando a llamar al bufon, Biliwif asistio de inmediato, cuando llego estaba el rey junto a su hija, de inmediato sonrio cuando vio al bufon, le hizo venir a su presencia, Biliwif caminaba con miedo no sabia como enfrentar el momento. en ese instante se produjo un silencio incomodo que solo se rompio con la voz del rey - Bufon te presento a mi hija la princesa Lisbet-.
- Mucho gusto princesa Lisbet, realmente es un placer.- dijo Biliwif la princesa solo respondio con una venia.
el rey dijo - bufon no seas descortes quitate la mascara para saludar a mi hija.- Biliwif un poco temeroso, se quito la mascara, la sorpresa se produciria cuando vio el rostro de Lisbet iluminarse y estallar en un llanto.
- Biliwif no sabia nada de ti, que bueno que estes bien - dijo la princesa que se colgo del cuello del bufon, esa tarde fue fantastica cabalgaron por el campo, conversaron mucho, biliwif le interpreto mas de una cancion mientras la princesa no podia ocultar sus ojos de admiracion y felicidad. Asi pasaron varias semanas el hacia reir mas que nunca a la corte, y disfrutaba de la compañia de Lisbet en todos los momentos libres del dia que para el bufon eran muchos. un dia el reino estaba de fiesta a Biliwif se le encomendo la gran mision de animar a todos los invitados, el bufon hizo un trabajo realmente brillante de vez en cuando observaba el rostro de la princesa que ese dia estaba sombrio y apenado, Biliwif hizo sus mejores esfuerzos para animar a la princesa pero no habia caso, la causa la entendio Biliwif cuando el rey tomo la palabra y presento al conde Konrad el pretendiente de su hija, Konrad el mismo que estaba condenado a ser herrero resultaba ser ahora un gran guerrero de renombre, y lo peor de todo prometido de la princesa Lisbet.
Biliwif en ese momento penso que se iba a morir, comenzo a transpirar helado, su sonrisa se extinguio y durante algunos segundos dudo de todo. A lo unico que atino fue a clavar sus ojos en los de Lisbet que lo miraban directamente a el, entonces Biliwif bajo la mirada y salio del salon, se hecho a correr hasta llegar al bosque, justo a la orilla del rio ahi lloro como lo habia hecho hace varios años atras cuando murio su hermano, fue en ese momento que descubrio que amaba a Lisbet mas que a nada en el mundo.
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