Biliwif yacia solo y triste en la celda en que pasaba sus ultimas horas sabia que fuese cual fuese la decision de Konrad, con su forma de actuar el se estaba transformando en un ser libre. Era al amanecer del dia siguiente a la liberacion de Meleida, la cual contaba con un permiso especial para quedarse hasta que se supiera la suerte del bufon. en eso irrumpieron a la celda de Biliwif dos guardias los cuales lo tomaron y lo condujeron al salon del trono, hay estaba Konrad con la cabeza en alto, quizas era la primera vez que parecia un rey, al lado de el estaba Lisbet con la cabeza gacha, los ojos hinchados de tanto llorar, el rey tomo la palabra - por los cagos de humillacion publica al rey y la reina, por no haber aceptado la condena de destierro, Biliwif, eres condenado a la horca, esta sentencia se llevara acabo al amnecer del dia de mañana. - dijo Konrad.
- Por que esperar hasta mañana si puedes quitarme la vida ahora, - lre recrimino Biliwif.
- sera mañana porque yo decidi que sea mañana... llevenselo - grito finalmente el rey Konrad.
No era la primera vez que se enfrentaba a la muerte, de lo que si estaba seguro que esta vez no regresaria de la tierra de los muertos, pensaba si volveria a estar cara a cara con el angel de la muerte.
Afuera la desason no era menor Meleida, Mefis y todos creian que esto estaba llegando a un extremo que no era necesario.
Por la tarde a la prision de Biliwif llego Lisbet, la que entro a la penumbra misma que se extendia en donde estaba retenido el bufon, Lisbet se agacho abrazo al bufon y comenzo a llorar y a hablar al mismo tiempo. - por favor Biliwif acepta el exilio, no consibo esta vida sabiendo que ya no formas parte de ella, por favor no dejes que te maten salvate puedo hacer que se reconsidere la resolucion. - decia margamente la reina.
- No consibo estar lejos de ti, no consibo esta vida sabiendo que eres de otro, no consibo esta vida sabiendo que jamas estaras a mi lado, la muerte es el mejor camino en este momento, te habria hecho la mujer mas feliz de la tierra, pero es verdad solo soy un bufon, un maldito bufon enamorado de una reina, en fin no queda nada ya solo tu vida de reina. - dijo el bufon
- Mi amor tu una vez fuiste por mi a la tierra de los muertos, quizas alla llegado mi momento. un beso es todo lo que quiero de consuelo, de amor - dijo Lisbet y lo beso.
Esa noche el bufon derramo lagrimas en el vientre de la reina la cual lo siguio besando, hasta que ese amor tan intenso en la celda de un calaboso los llevo hasta amarse en toda las expresiones que tiene esta palabra, alma con alma, cuerpo con cuerpo pues seria la primera vez que Lisbet y Biliwif hicieran el amor y lo mas probable es que fuera la ultima, tarde ya la reina se vistio y dejo la celda de Biliwif, para implorar por la vida del bufon sin conseguir nada pues ya todas las cartas estaban jugadas.
- Por que esperar hasta mañana si puedes quitarme la vida ahora, - lre recrimino Biliwif.
- sera mañana porque yo decidi que sea mañana... llevenselo - grito finalmente el rey Konrad.
No era la primera vez que se enfrentaba a la muerte, de lo que si estaba seguro que esta vez no regresaria de la tierra de los muertos, pensaba si volveria a estar cara a cara con el angel de la muerte.
Afuera la desason no era menor Meleida, Mefis y todos creian que esto estaba llegando a un extremo que no era necesario.
Por la tarde a la prision de Biliwif llego Lisbet, la que entro a la penumbra misma que se extendia en donde estaba retenido el bufon, Lisbet se agacho abrazo al bufon y comenzo a llorar y a hablar al mismo tiempo. - por favor Biliwif acepta el exilio, no consibo esta vida sabiendo que ya no formas parte de ella, por favor no dejes que te maten salvate puedo hacer que se reconsidere la resolucion. - decia margamente la reina.
- No consibo estar lejos de ti, no consibo esta vida sabiendo que eres de otro, no consibo esta vida sabiendo que jamas estaras a mi lado, la muerte es el mejor camino en este momento, te habria hecho la mujer mas feliz de la tierra, pero es verdad solo soy un bufon, un maldito bufon enamorado de una reina, en fin no queda nada ya solo tu vida de reina. - dijo el bufon
- Mi amor tu una vez fuiste por mi a la tierra de los muertos, quizas alla llegado mi momento. un beso es todo lo que quiero de consuelo, de amor - dijo Lisbet y lo beso.
Esa noche el bufon derramo lagrimas en el vientre de la reina la cual lo siguio besando, hasta que ese amor tan intenso en la celda de un calaboso los llevo hasta amarse en toda las expresiones que tiene esta palabra, alma con alma, cuerpo con cuerpo pues seria la primera vez que Lisbet y Biliwif hicieran el amor y lo mas probable es que fuera la ultima, tarde ya la reina se vistio y dejo la celda de Biliwif, para implorar por la vida del bufon sin conseguir nada pues ya todas las cartas estaban jugadas.
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